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martes, 26 de marzo de 2013

LA CAJA NEGRA.



 Intensidad, calidad, alto rendimiento, corriendo , en bicicleta, con esquís, o con raquetas, si nuestra caja negra (en mecánica, es la centralita electrónica que hace funcionar todo el vehículo, en nuestro caso es la  cabeza) no funciona, ya podemos invertir horas entrenando o compitiendo, que ni mejoraremos, ni conseguiremos nuestros objetivos, por lo tanto es primordial cuidar este apartado de nuestro entrenamiento, saber tranquilizarnos, motivarnos y exp
rimirnos  en los momentos clave, en definitiva saber anticiparnos a cada momento comprometido, es clave del éxito.
En teoría es “fácil” entrenar nuestro cuerpo para obtener rendimiento, con un buen entrenador y dedicándole tiempo, pero ¿se puede entrenar nuestra cabeza?, cuando hablo de cabeza no me refiero a entrenar los músculos que la sostienen, he¡, me refiero a entrenar nuestra consciencia, nuestro cerebro, nuestra memoria de sufrimiento, nuestra motivación,  en fin, conseguir pensamientos positivos ante un gran reto, o simplemente para entrenar día a día con ilusión y ganas de esforzarnos.
Durante un esfuerzo, nuestra caja negra, toma gran  parte del protagonismo en la dirección del desarrollo de la actividad, nos pueden doler las piernas y continuar, pero si la cabeza dice que no, allí se acabo la carrera o el entrenamiento.
Para trabajar bien este tema, existen los psicólogos deportivos, auténticos especialistas para ayudarnos en este apartado importantísimo, de la preparación física.
Cuando salgamos a entrenar o competir, hemos de salir convencidos que lo hacemos porque queremos, que nadie nos obliga y que es lo que queremos hacer en ese momento, que salimos a disfrutar de nuestro esfuerzo y si la situación lo permite del paisaje, por eso es importante, que si podemos, escojamos zonas atractivas para entrenar. Esto es aplicable también a deportistas de alto nivel o profesionales, cambiar de rutinas y de recorridos nos ayudara a salir con más ímpetu.
Durante un esfuerzo iremos recibiendo multitud de información desde nuestro cerebro, sobre el dolor en alguna parte de nuestro cuerpo, o el cansancio de algún músculo, esa zapatilla que aprieta mas de la cuenta, ese roce de la ropa… etc. cuando recibamos es “información”
Intentaremos solucionarla en el acto, y si no es posible y no es suficientemente grave y podemos continuar, pensaremos automáticamente en otra cuestión, en lugar de entrar en una espiral negativa.
Hay muchos deportistas que cuando piensan, antes de comenzar,  en el entrenamiento o la competición que tiene delante, se irían corriendo a casa, expresando algún comentario tipo: ¡vaya palizón que me espera¡ esto es un error, si salimos pensando en el palizón, lo estaremos padeciendo ya, desde antes de comenzar a movernos.
Hemos de vencer ese pensamiento, no pensaremos en todo el entrenamiento o competición que nos espera a la vez, iremos por partes y paso a paso, una vez superado el primer tramo pensaremos en superar el segundo, después del 1º kilómetro, iremos por el segundo etc.  Esto lo podemos comparar con algunos alpinistas que se proponen como objetivo subir una gran montaña, “quiero subir un  ocho mil” y comienzan a pensar solamente en llegar a la cumbre, si pensar en disfrutar de la marcha de aproximación, de la apertura y equipamiento de la ruta, del montaje de los campamentos, de la convivencia con los amigos y demás alpinistas, etc.
Hemos de conseguir disfrutar de cada paso, de cada momento.

En el deporte de alto nivel el papel del entrenador es fundamental para motivarnos, aparte de todo el apartado técnico del entrenamiento, es quien nos animara durante los entrenamientos o competiciones. Al no contar normalmente con un entrenador, este papel lo tendremos que asumir nosotros, hemos de aprender a auto motivarnos,  ha animarnos mentalmente mientras vamos devorando kilómetros, con pensamientos positivos que nos nutran de energía.
Durante el esfuerzo nuestra caja negra, en algún momento intentara “traicionarnos”, nos transmitirá informaciones negativas, lo mas típico es “y que hago yo aquí”, hemos de estar preparados porque esto ocurre casi siempre, pues bien, hemos de pensar rápidamente de que estamos “ahí” porque es donde queremos estar en ese momento. Cuando tengamos pensamientos negativos, hemos de tener un momento de paciencia, normalmente son pasajeros y lo que en un momento se ve negro, puede cambiar rápidamente y automáticamente ver las cosas de otro color, a veces cuando nos asalte un pensamiento negativo, un trago de agua o comer alguna cosa, nos puede abstraer de ese mal momento.
Si cuando nos planteamos un entrenamiento  o acudir a  una competición, tenemos en cuenta y seleccionamos con buen criterio el entorno por donde discurre, ya estaremos motivándonos previamente, entrenado nuestra cabeza, y a medida que se acerque el día, se irán incrementando nuestras ganas de comenzar, así estaremos mentalizándonos positivamente para el esfuerzo a realizar, y seguro que será mucho más fácil de realizar.
Cuando salgamos a entrenar dejaremos aparcado el teléfono, lo podemos llevar como aparato de seguridad, pero calladito¡ una llamada en algún momento concreto, puede echar por tierra nuestra salida, si tenemos todo organizado para poder salir a entrenar, pues eso, a  entrenar.
Antes del entrenamiento o competición tenemos que ser capaces de disfrutar de ello, imaginarnos los parajes por donde va transcurrir el recorrido, de la satisfacción que tendremos al finalizar, de sentirnos realizados de haber superado otro reto, de notar como van trabajando todos los músculos de nuestro cuerpo, y sobre todo saber notar esa sensación de libertad, al estar haciendo una de las cosas que mas nos gustan, en definitiva hacer trabajar de forma positiva y al máximo nivel a nuestra caja negra.

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